Cargar un coche eléctrico es un proceso sencillo. Y para realizar dicha operación tenemos varias alternativas. Si estás pensando en adquirir un vehículo respetuoso con el medio ambiente, este artículo te interesa. ¡Toma nota!
Tras dar respuesta a las preguntas más frecuentes que suscitan las motos eléctricas, en el blog de motos y quad de AMV vamos a intentar solventar algunas de las dudas que plantean los coches eléctricos. Si eres de los que se pregunta cuánto tiempo tarda en cargar un coche eléctrico o cómo puede realizarse dicha operación en casa, ¡sigue leyendo!
Índice
Cuando leemos un reportaje sobre un coche eléctrico en un medio de comunicación, una de las cosas que suele llamarnos la atención es el tiempo que tarda en cargarse la batería. ¿Por qué en ocasiones se habla de horas y otras veces de unos minutos? Para explicarlo, conviene saber que, a grandes rasgos, existen tres tipos de recarga: lenta, semirápida y rápida.
Dependiendo de la capacidad de la batería, puede tardar 10 horas o más… La carga lenta es la que podemos realizar a través de un punto de recarga doméstico de corriente alterna monofásica con una tensión de 230 voltios, toma de 16 amperios y una potencia máxima de 3,6 kilovatios (kW). Dentro del tipo de carga lenta existe una variante más rápida que utiliza una potencia igual o superior a 7,4 kW.
Mediante instalaciones monofásicas o trifásicas de gran potencia, la carga semirápida de vehículos eléctricos se lleva a cabo en viviendas de gran tamaño, empresas, centros comerciales o aparcamientos públicos. En esta modalidad, los tiempos de recarga oscilan entre 90 minutos y tres horas. Para que ello sea así, se utilizan potencias de 11 y y 22 kW y tanto corriente alterna como continua.
Aquí la potencia se eleva a 50 kW, lo cual posibilita cargar un coche eléctrico en unos 30 minutos de media. Hablamos del 80% de la capacidad de la batería. Si esta última estuviese completamente vacía, el proceso de carga sería mayor. Habitualmente, la carga rápida se realiza en puntos de recarga habilitados en la vía pública y electrolineras.
Llegado el momento de cargar un coche eléctrico, si deseamos hacerlo con seguridad y rapidez necesitaremos un punto de recarga específico –también conocido como wallbox–. Si vamos a instalarlo en nuestra casa o un garaje comunitario, nos costará más o menos dinero en función de sus características y del fabricante del vehículo.
Al respecto, como explicamos en el artículo ¿Qué impuestos pagan las motos eléctricas?, el Plan Moves II de impulso a la movilidad sostenible contempla partidas económicas para instalar puntos de recarga. Por ello, antes de solicitar la instalación de un wallbox es importante informarse sobre las ayudas que conceden las administraciones públicas nacionales y comunitarias para tal fin.
En cuanto a los tipos de conectores, existen diferentes modelos a nivel global. Pero si nos centramos en el mercado europeo, utilizaremos alguno de estos dos:
Los fabricantes recomiendan enchufar primero el cable al punto de recarga y después al coche. Y al desenchufarlo, proceder al revés.
Asimismo, existe la posibilidad de utilizar un cable que vaya a un enchufe convencional. Nos referimos a los conectores domésticos Schuko que encontramos en muchos electrodomésticos caseros. Sin duda, se trata de una alternativa económica. Pero muchos expertos desaconsejan su utilización por tratarse de una carga lenta y menos segura en comparación con un wallbox.
Si vamos a cargar un coche eléctrico en nuestra casa y el contrato de la luz refleja una potencia normal –la más habitual en España es de 3,68 kW–, tendremos que ponernos en contacto con la compañía eléctrica para aumentarla.
Pensando en este tipo de usuarios, los operadores energéticos ofrecen una tarifa, denominada 2.0 DHS, con una potencia máxima de 10 kW que facilita realizar cargas domésticas. Y también ahorrar dinero si el coche eléctrico se recarga en las franjas horarias con menor demanda de energía –por ejemplo, durante la noche–.
Básicamente, existen cuatro lugares donde cargar un coche eléctrico: en nuestro domicilio, en el trabajo, en la ciudad o en carretera.
A modo de resumen, si nos centramos en una carga doméstica de vehículos eléctricos, estas son algunas de las cuestiones que debemos tener en cuenta:
Si no disponemos de una vivienda unifamiliar, podremos instalar un punto de recarga en un garaje comunitario previa notificación por escrito al presidente o administrador.
Finalmente, ¿cuánto cuesta cargar un coche eléctrico? Pues, depende… Si vamos a recargarlo fuera de nuestro domicilio, existen puntos de recarga gratuitos en oficinas, áreas comerciales, hoteles o aeropuertos. Y también de pago, en los que el precio medio es de 0,50 euros el kWh.
Y por lo que respecta a cuánto nos costaría cargarlo en nuestro punto de recarga doméstico, el precio dependerá de la capacidad de la batería y la tarifa contratada. Como orientación, según los expertos, el coste en consumo de un coche eléctrico es entre tres y cinco veces más económico que el de uno de gasolina.
Por lo expuesto, puedes hacerte una idea de cómo y dónde cargar un coche eléctrico. Para recargarlo de manera segura, es importante que atiendas las indicaciones del fabricante del vehículo, los instaladores del punto de recarga y la compañía eléctrica. ¡Bienvenido a la electromovilidad!
Soy un apasionado de las competiciones del motor y he trabajado y colaborado con algunos de los medios de comunicación más importantes de España, especializándome en este sector. Además, me interesan mucho los temas relacionados con la seguridad vial.
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