El mantenimiento de motos clásicas es muy importante si deseamos prolongar su vida útil. Poniendo en práctica una serie de consejos, podremos disfrutar y presumir de nuestra particular joya del motor durante más tiempo. ¡Sigue leyendo!
Está claro: quien tiene un vehículo clásico, tiene un tesoro. Una joya que debe cuidar como oro en paño para presumir de ella durante muchos años. Y de eso, precisamente, vamos a ocuparnos en el presente post: del mantenimiento de motos clásicas.
Desde la selección del aceite apropiado para el motor hasta el lubricado y tensado de la cadena, algunas operaciones de mantenimiento podremos hacerlas nosotros mismos. Pero si no somos unos manitas, lo más recomendable es llevar nuestra moto clásica a un centro especializado o un taller de confianza. ¡Así nos evitaremos disgustos!
Índice
En primer lugar, en el mantenimiento de motos clásicas hay que prestar especial atención a la lubricación del motor. Al igual que sucede con las motos modernas, el aceite juega un papel esencial en el correcto funcionamiento y conservación del propulsor. Una vez que este último se pone en marcha, el lubricante se encarga de evitar que sus componentes se desgasten por fricción. Y también contribuye a descargar el calor que producen tanto el propio motor como el embrague.
En el caso de las motos clásicas, debes saber que hay productos específicos en función de sus características. Así, se comercializan aceites para motores de 2 y 4 tiempos. Y algo que tienen en común muchos de estos lubricantes es que se presentan en envases con un diseño vintage. Una vez usados, ¡pueden darle un toque retro a nuestro garaje o habitación!
Ya que nos hemos referido al motor, de nada nos servirá elegir el aceite apropiado si no contamos con una batería que nos facilite ponerlo en marcha. Sin duda, se trata de un componente que debemos cuidar, sobre todo si no utilizamos nuestra moto clásica a menudo o decidimos hibernarla hasta la llegada del buen tiempo. Por ello, conviene poner en práctica los siguientes consejos:
Al igual que sucede con los modelos convencionales, en el mantenimiento de motos clásicas no podemos descuidar los componentes que conforman el triángulo de seguridad: neumáticos, suspensiones y frenos.
En cuanto a los neumáticos, es posible que, al tener pocos kilómetros, parezcan nuevos. Pero los expertos recomiendan que sean revisados anualmente cuando se cumplan cinco años desde su montaje en el vehículo. Y sustituirlos por unos nuevos a los diez.
Obviamente, en los neumáticos de motos clásicas debe verificarse su presión y la profundidad de las ranuras de la banda de rodadura. Asimismo, la presencia de cortes, grietas o deformaciones pueden ser indicativos claros de que no se encuentran en buen estado. Y si pasan mucho tiempo a la intemperie, podrían estar cristalizados. Nadie mejor que un experto para hacer una valoración.
Por lo que respecta a las suspensiones, de su estado dependerá que nuestra moto clásica sea más o menos estable. En parado, las fugas de aceite en la horquilla o los amortiguadores son motivo de preocupación. Y en marcha, que la suspensión delantera haga tope también invita a pasar por un taller.
Para evitar situaciones así, nada mejor que un mantenimiento preventivo de las suspensiones. Nuestro mecánico de confianza nos dirá cada cuánto tiempo tienen que hacerse las revisiones periódicas. Y cuando se lleven a cabo, realizará los ajustes oportunos para que podamos circular o practicar nuestra especialidad deportiva favorita con seguridad.
Y en lo referente a los frenos, además del mantenimiento de los discos, las pastillas y el líquido, en las motos clásicas encontramos una particularidad: muchas de ellas cuentan con un sistema de zapatas y tambor en el eje trasero.
Como sucede con el resto de componentes, los profesionales del taller nos indicarán cuándo toca reemplazarlos. Pero, para que te hagas una idea, se recomienda realizar un mantenimiento cada 10.000 kilómetros para limpiar las zapatas y la zona de fricción en el interior del tambor.
Junto a todo lo expuesto, en el mantenimiento de motos clásicas no podía faltar la revisión de la cadena. Con la moto en una posición segura y soportada por un caballete, hay que revisar el estado de la cadena, la corona y el piñón de ataque. A continuación, limpiar y engrasar la cadena con productos específicos –la segunda operación, girando la rueda manualmente–. Y, para acabar, comprobar que la cadena queda bien tensada.
Sobre los repuestos para el mantenimiento de motos clásicas, no debes preocuparte. A través de los medios de comunicación especializados, los buscadores de Internet y los salones de vehículos clásicos que se celebran a lo largo y ancho de nuestra geografía, encontrarás vendedores especializados en recambios y accesorios.
Si deseas prolongar la vida útil de tu moto clásica, no descuides estos 10 puntos esenciales. Así podrás seguir disfrutando y presumiendo de una auténtica joya del motor. ¡Toma nota!
Soy un apasionado de las competiciones del motor y he trabajado y colaborado con algunos de los medios de comunicación más importantes de España, especializándome en este sector. Además, me interesan mucho los temas relacionados con la seguridad vial.
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