* Las chanclas son incompatibles con una adecuada ropa de moto.
* Las manos y los pies deben estar bien protegidos, pese al calor.
* Hay que priorizar seguridad sobre comodidad al elegir la vestimenta.
No es raro ver, tanto en ciudad como en carretera, a motociclistas en camiseta, pantalón corto, falda o incluso chanclas. A todos ellos, hay que decirles que el calor no hace que el pavimento sea más blando o que los golpes sean más leves.
El asfalto es muy abrasivo y casi cualquier caída provoca un arrastre que rasga la piel desnuda como si fuera papel de fumar. Un simple rozamiento puede suponer severas lesiones musculares y tendinosas por la pérdida de masa y tejido.
Al igual que en la época de invierno, en verano el cuerpo ha de ir cubierto por completo para viajar en moto. El casco es una medida de seguridad fundamental: aún en los días más agobiantes de la época estival, debe usarse de forma adecuada.
Lo principal en monos, chaquetas o pantalones es que estén diseñados para proteger las partes más delicadas del cuerpo, como codos, hombros, espalda y rodillas. Incluso en verano podemos encontrar la vestimenta apropiada para evitar hacernos daño.
La chaqueta puede ser más fina cuando las temperaturas son más altas y viene bien que esté dotada de aberturas en caso de que sea de cuero. Para las piernas, podemos optar por unos tejanos de kevlar, que no son demasiados calurosos, pero protegen y permiten libertad de movimientos.
Las manos y los pies son zonas muy sensibles porque sus nervios y tendones están cubiertos por una fina capa de piel. No podemos olvidarnos de resguardarlos.
Los guantes de cuero con perforaciones y de caña corta son la mejor elección para el verano, pues los tradicionales de piel hacen sudar las manos, a veces de forma exagerada y muy molesta. No debemos olvidar, sin embargo, que su uso queda restringido exclusivamente a la temporada de calor ya que no están diseñados para el aislamiento del frío y la humedad.
El calzado debe proteger bien los tobillos y, si es posible, disponer de refuerzos en los puntos más vulnerables del pie, como la puntera y el talón. También es importante no utilizar cordones como sistema de cierre para evitar el riesgo de que se enganchen en la palanca de cambios y puedan provocar una caída.
Las chanclas, en ocasiones utilizadas de forma inconsciente por los conductores, son ideales para la piscina, pero constituyen una auténtica temeridad sobre la moto. Aquí no caben las medias tintas: incluso con el calor del verano, no podemos renunciar a unas buenas botas.
Es tan importante ver como ser visto. Siempre es aconsejable portar elementos reflectantes en la equipación para moto. En condiciones climatológicas adversas o en conducción nocturna el resto de vehículos podrán reconocerte mejor y la seguridad en tus trayectos aumentará considerablemente.
Como última recomendación, siempre que nos pongamos al manillar de una moto, debemos primar la seguridad sobre la comodidad en nuestro equipamiento para moto. Es sin duda preferible pasar un poco de calor a correr el riesgo de salir malparados en un accidente, o lesionarnos más de lo necesario en una simple caída que, sin la indumentaria adecuada, puede tener consecuencias imprevisibles.
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