¿Por qué aumentan las ventas de motos eléctricas?

Las ventas de motos eléctricas experimentaron una notable subida en 2019. A través del presente post te explicamos las razones de ese incremento y repasamos las principales ventajas de estos vehículos. ¡Súmate a la electromovilidad!

El pasado fue un año magnífico para el sector de la moto en nuestro país. Según datos de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), se superaron las 200.000 matriculaciones, algo que no sucedía desde 2008. Concretamente, entre motos, ciclomotores, triciclos y cuatriciclos, se comercializaron 202.079 unidades en 2019, cifra que supone un incremento del 12% respecto al año anterior.

Dentro de ese contexto positivo, la electromovilidad jugó un papel destacado. Así, en 2019 se vendieron 6.719 motocicletas eléctricas, un 56,3% más que en 2018. Y el aumento en las entregas de ciclomotores eléctricos fue del 81,7% gracias a las 5.506 unidades vendidas.

Pero, ¿cuáles son las razones por las que están aumentando las ventas de motos eléctricas? ¿Qué ventajas aportan estos vehículos a sus usuarios? Si no lo tienes claro, te lo explicamos en el presente post. ¡Toma nota!

Razones por las que aumentan las ventas de motos eléctricas

La primera razón que ha dado lugar a ese aumento de las ventas de motos eléctricas tiene que ver con las nuevas políticas de movilidad sostenible. Los ayuntamientos de las grandes ciudades están fomentando el uso de vehículos menos contaminantes con el objetivo de lograr que el entorno urbano sea más habitable.

Y, para ello, se están sirviendo de las etiquetas ambientales para motos y ciclomotores de la Dirección General de Tráfico (DGT). Si todavía no estás familiarizado con ellas, ¡toma nota!

• Cero (Etiqueta azul). Categoría eléctrica: BEV (vehículo eléctrico de batería), REEV (vehículo eléctrico de autonomía extendida) y PHEV (vehículo híbrido enchufable) con una autonomía superior a 40 kilómetros.
• Eco (etiqueta verde y azul). Categoría eléctrica: HEV (vehículo híbrido no enchufable) y PHEV (vehículo híbrido enchufable) con una autonomía inferior a 40 kilómetros.
• C (etiqueta verde). Vehículos con un nivel de emisiones que se ajusta a las normas Euro 4 y Euro 3.
• B (etiqueta amarilla). Vehículos con un nivel de emisiones que se ajusta a la norma Euro 2.

Con el objetivo de evitar posibles manipulaciones y garantizar su autenticidad, estos distintivos son emitidos por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) y, entre otros datos, reflejan el número de etiqueta, la matrícula y la fuente de energía o combustible. Y también disponen de un código QR que incluye la información relevante del vehículo.

Aquellos que deseen saber qué distintivo le corresponde a su moto o ciclomotor, pueden realizar la consulta en este enlace. Y las etiquetas se venden en las oficinas de Correos. Su precio es de 5 euros y para comprarlas hay que presentar un documento de identidad (DNI, NIE o pasaporte) y el permiso de circulación original del vehículo.

Otra razón por la que aumentan las ventas de motos eléctricas es el motosharing. Y es que, según recuerdan desde Anesdor, la mayor parte de las entregas de motos eléctricas corresponde al canal de alquiler. Para muchos usuarios comprometidos con la movilidad sostenible, el motosharing se ha convertido en una alternativa al transporte público y al uso del vehículo propio. Entre otras, el motosharing presenta las siguientes ventajas:

• Evita tener que adquirir un vehículo. Al basarse en un servicio en el que solamente se paga por el uso que se hace de la moto o el ciclomotor, el motosharing supone un ahorro en concepto de adquisición, mantenimiento, combustible o electricidad, plaza de garaje, etc.
• El alquiler de una moto o un ciclomotor de motosharing se realiza de forma sencilla a través de una app.
• El motosharing facilita que los usuarios puedan llegar antes a su destino y, una vez en él, no tengan problemas de aparcamiento.
• Y también que puedan moverse libremente dentro del área de cobertura de la compañía alquiladora.
• Por último, el motosharing contribuye a mejorar la calidad de vida en las ciudades. Por dicho motivo, tal y como hemos comentado anteriormente, es un servicio tan apreciado por los ciudadanos respetuosos con el medio ambiente.

Y entre las razones por las que aumentan las ventas de motos eléctricas también se encuentra la demanda por parte de las administraciones públicas y el sector privado. Cuerpos policiales y empresas de reparto se han sumado a la electromovilidad. ¡Y esto no ha hecho más que empezar!

Sin embargo, la conquista del canal de particulares continúa siendo una asignatura pendiente para los fabricantes de motos eléctricas. Afortunadamente, el panorama parece estar cambiando, como lo demuestra el que las ventas a este tipo de clientes creciesen nada menos que un 153% en 2019.

Aun así, todavía hay quienes tienen reparos en comprar una moto eléctrica. ¿Los motivos? Para muchos, el precio y la autonomía son las principales barreras para acceder a la electromovilidad. Aunque, como veremos a continuación, ya no son desventajas tan preocupantes.

Ventajas de una moto eléctrica

Si eres de los que está planteándose sumarse a la electromovilidad pero todavía no acaban de enamorarte las motos eléctricas, quizás deberías probarlas… Mientras te lo piensas, te recordamos cuáles son algunas de sus ventajas:

• Para empezar, las motos eléctricas pueden presumir de distintivo ambiental ecológico. Se trata de auténticos salvoconductos para poder circular en las zonas de bajas emisiones de ciudades como Madrid o Barcelona.
• En función de la normativa municipal, las motos eléctricas tienen privilegios como el estacionamiento gratuito o con tarifa reducida en zonas reguladas, una mayor permisividad de circulación en episodios de alta contaminación, el uso de carriles especiales, etc.
• Otra ventaja de las motos eléctricas es su autonomía. Sí, has oído bien. Y ello es así gracias a las baterías extraíbles, que pueden trasladarse fácilmente y recargarse en un enchufe convencional mientras se duerme, trabaja o estudia. ¡Una preocupación menos!
• Ya que nos hemos referido a la recarga de las baterías, el coste por kilómetro es más económico en una moto eléctrica que en otra con motor de gasolina.
• Puestos a hacer números, las motos eléctricas están exentas de pagar el impuesto de matriculación y se benefician de importantes bonificaciones (descuentos) en el impuesto de tracción mecánica municipal.
• Continuando con el apartado económico, los periodos de mantenimiento de una moto eléctrica son inferiores a los de una convencional. Y, a nivel mecánico, un motor eléctrico es más sencillo que uno de combustión. Según los expertos, ello se traduce en menos averías y, por lo tanto, en menos gastos.
• Finalmente, está claro: las motos eléctricas contribuyen a reducir las emisiones contaminantes y acústicas. ¡No es de extrañar que sus ventas hayan experimentado un crecimiento tan notable en 2019!

Además de todo lo expuesto, debes tener en cuenta que periódicamente suelen impulsarse planes de ayuda a la adquisición de vehículos eficientes. En el caso de estar vigentes, te informarán en el punto de venta. ¡Así te ahorrarás un dinerito en la compra! Y también puedes consultar todo lo relativo a este tipo de ayudas en la página web del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

En definitiva, la electromovilidad ha llegado para quedarse. Las motos eléctricas son una realidad y, poco a poco, están conquistando a las empresas de alquiler, las administraciones públicas, el sector privado y el canal de particulares.

Como habrás visto, sus ventajas son muchas. Y no menos importante, cada vez hay más motos eléctricas con precios aptos para todos los bolsillos. Si te decides a comprar una moto eléctrica, ¡en AMV te lo ponemos fácil a la hora de contratar el seguro obligatorio!