¿Marca el velocímetro la velocidad real de tu vehículo?

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El velocímetro del vehículo es un dispositivo que sirve para indicar la velocidad a la circula. Pero, ¿lo que marca es real? ¿Alguna normativa regula estos aparatos? Si no lo tienes claro, ¡te lo explicamos aquí!

El velocímetro es una de las partes más importantes de un coche o una moto. Pero, ¿conoces sus orígenes? ¿Sabes cuántos tipos hay? Y no menos relevante: ¿alguna vez te has preguntado si lo que marca coincide con la velocidad real a la que se está circulando? Si quieres conocer las respuestas, este post te interesa. Vamos a ocuparnos del velocímetro del vehículo. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es un velocímetro?

Hablar del velocímetro del vehículo es hacerlo de un dispositivo cuya creación se le atribuye al inventor croata Josip Belušić. Su invención fue patentada en 1888 y se presentó un año más tarde en la Exposición Universal de París, ciudad considerada cuna de la automoción.

Sobre su función, la misma queda perfectamente aclarada en el Diccionario de la Lengua Española:

  • El velocímetro es un aparato que mide la velocidad de un vehículo.

¿El velocímetro es obligatorio?

En la actualidad, dicho medidor es obligatorio. Pero, ¿sabes en qué vehículos debe instalarse? ¡Es pregunta de autoescuela!

  1. Aquellos que en llano puedan sobrepasar los 60 km/h.
  2. Aquellos que en llano puedan sobrepasar los 40 km/h.
  3. Aquellos que en pendiente puedan sobrepasar los 45 km/h.

Si has elegido la respuesta B, has acertado. El velocímetro es un elemento obligatorio para todos los vehículos a motor y ciclomotores que superen los 40 km/h de velocidad circulando por un terreno llano.

¿Cuántos tipos de velocímetro hay?

El indicador de velocidad ha de estar integrado en el cuadro de instrumentos o mandos de un vehículo y ubicado de tal forma que sea perfectamente visible para el conductor. En cuanto a sus tipos, se dividen en:

  • Velocímetros mecánicos. Son los de toda la vida. Para medir la velocidad se sirven del giro de un cable, conectado al eje secundario de la caja de cambios, en cuyo extremo hay un imán. Al girar se crea una corriente eléctrica que hace que se mueva la aguja del velocímetro.
  • Velocímetros electrónicos. Más modernos que los anteriores, su funcionamiento se basa en un sensor de giro, colocado en el eje secundario de la transmisión, que envía corriente de voltaje variable a una centralita. Tras interpretarla, esta última muestra la velocidad en la instrumentación del vehículo.

¿Este aparato se inspecciona en la ITV?

Dada su importancia, el velocímetro es objeto de revisión en la inspección técnica de vehículos (ITV). Concretamente, de manera visual, se comprueba:

  • Que un vehículo está dotado del correspondiente indicador de velocidad.
  • Que el aparato refleja la velocidad en kilómetros hora (km/h).
  • Que su iluminación funciona correctamente –algo esencial para circular con seguridad en situaciones de poca visibilidad o en conducción nocturna–.

Si la iluminación de un velocímetro no funciona, se considerará un defecto leve. Pero si el vehículo no equipa este dispositivo, el mismo se encuentra estropeado o indica la velocidad solamente en millas, el empleado de la estación de ITV anotará dicho defecto como grave.

Ello podrá suponer que el resultado de la ITV sea desfavorable o negativo. Es decir, el vehículo no podrá circular hasta que se repare y vuelva a pasar la inspección para comprobar que el defecto ha sido subsanado.

¿El velocímetro del vehículo marca la velocidad real?

Llegados a este punto, es fundamental tener claro que el velocímetro del vehículo no marca la velocidad real a la que se está circulando. Y eso se debe, principalmente, a los siguientes motivos:

  • Los velocímetros no miden la velocidad con una precisión absoluta.
  • Como veremos en otro apartado, algunas modificaciones realizadas en los vehículos pueden producir imprecisiones en el indicador de velocidad.
  • La normativa establece que los velocímetros reflejen una velocidad superior a la que se está circulando.

Además de con los velocímetros instalados en los tableros de instrumentos o mandos de los vehículos, es posible medir la velocidad con el GPS:

  • Al respecto, la literatura, en muchos casos, observa que este tipo de medición es totalmente precisa.
  • Sin embargo, en la práctica no es así. El GPS, al depender de la calidad y la rapidez de conexión con los satélites, tampoco llega a marcar la velocidad real de una manera totalmente certera.

Si deseas hacer un experimento, Google ofrece un servicio para comprobar la velocidad. El gigante tecnológico nos dice que si añadimos un velocímetro a la navegación de nuestro smartphone, podremos comprobar a qué velocidad conducimos.

Pero, para curarse en salud, también advierte que los velocímetros que se muestran en la aplicación Google Maps son solo informativos. Y que si deseamos saber a qué velocidad circulamos, lo mejor es que hagamos caso al indicador de nuestro vehículo.

¿Cómo se llama la ley aplicada al velocímetro?

Como hemos explicado en el apartado anterior, uno de los motivos por los que el velocímetro del vehículo no marca la velocidad real es la normativa aplicable a estos aparatos. Un asunto que ya tratamos en el artículo dedicado al funcionamiento de los radares de tramo.

Sobre el particular, comentar que una ley europea es la encargada de establecer que los velocímetros indiquen una velocidad superior a la que se circule. De esta manera, se contribuye a que los conductores no superen los límites de cada vía. Y a que, por lo tanto, se reduzcan los siniestros por exceso de velocidad.

¿Qué factor determina la medición de la velocidad?

Ya lo hemos comentado: el estado de un vehículo o las modificaciones que se realicen en él podrían provocar imprecisiones en la medición de la velocidad. Entre otros, estos son algunos factores que influyen en lo que marca un velocímetro:

  • El peso total del vehículo.
  • La presión de los neumáticos y el tipo de las cubiertas.
  • El tamaño de las llantas.

Estos condicionantes, junto a la propia imprecisión de los mecanismos de medición y la normativa, que exige una marcación superior a la real, hacen que el velocímetro del vehículo no muestre con exactitud a qué velocidad se circula.

Con la velocidad, ¡poca broma!

En resumen, un velocímetro no marca la velocidad real a la que se conduce. Es más: indica una cifra más elevada. Para que te hagas una idea, si el indicador muestra que circulas a 114 km/h, lo más probable es que la velocidad de verdad se aproxime a 100 km/h.

Ello es así porque la ley europea que citábamos anteriormente contempla un margen de error máximo sobre la velocidad real del 10% más 4 km/h. En cualquier caso, ¿quieres un buen consejo?

  • No hagas caso a estos cálculos.
  • Presta atención a lo que marque el velocímetro.
  • Y basándote en lo que muestre –aunque la cifra sea superior a la real–, no superes los límites de velocidad establecidos en la vía por la que circules.
  • De esta manera, evitarás ser multado o, peor aún, sufrir un accidente de tráfico por exceso de velocidad.

Por cierto: si eres el causante de un siniestro de circulación y sufres daños corporales, te vendrá bien haber contratado un seguro de coche o un seguro de moto con cobertura de Accidentes del Conductor. Y si no lo has hecho aún, tenlo en cuenta para incluirlo en tu póliza. ¡Así circularás más protegido!

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