Con esta medida se pone fin a una regulación que estaba vigente desde hace 35 años, cuando en 1974 se instauró por motivos de seguridad 80 km/h como velocidad máxima.
Esta actualización del reglamento afecta al millón de nuevos conductores que cada año consiguen la licencia de conducir.
Los datos que apoyan la implantación de esta medida son los siguientes: en el 1º año de conducción 3 de cada mil conductores están implicados en accidentes de tráfico con víctimas, mientras que en el 2º y 3º año de conducción lo están 8 de cada mil.
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