¿Qué es y cómo superar la Agorafobia y amaxofobia?

Rate this post
Compartido

Para muchos ciudadanos, la nueva normalidad supondrá enfrentarse a la agorafobia y amaxofobia. Si todavía no sabes qué son, qué relación tienen con la conducción, cuáles son sus principales síntomas y cómo pueden superarse, ¡sigue leyendo!

hombre joven mirando por la ventana

Con el fin de la desescalada y la entrada en la nueva normalidad, muchas personas volverán a sus quehaceres diarios. Sin embargo, el desconfinamiento no es bien visto por todos los ciudadanos. A tenor de los estudios y de las opiniones de los expertos, en esta etapa se intensificarán las fobias. Entre ellas, la agorafobia y amaxofobia, que, como veremos a continuación, están estrechamente vinculadas a la conducción.

Agorafobia y amaxofobia: ¿qué son?

Si aún no tienes muy claro qué son las fobias, el diccionario de la Real Academia Española (RAE) señala que el término “fobia” es una “aversión exagerada a alguien o algo”. Y también un “temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones”.

Además, las palabras acabadas en “fobia” indican “aversión” o “rechazo”. En el caso de la agorafobia y amaxofobia, estas son sus definiciones:

  • Agorafobia. Uno de los trastornos fóbicos más frecuentes, la agorafobia es el temor que sienten las personas a los lugares públicos abiertos o en los que haya mucha gente.
  • Amaxofobia. Es el miedo a conducir. Solo por el hecho de pensar que tienen que ponerse a los mandos de un vehículo, los individuos afectados por amaxofobia pueden sufrir ansiedad y estrés.

Fobias como la agorafobia y amaxofobia producen consecuencias negativas en los individuos, ya que limitan su actividad cotidiana. Y les incapacitan para realizar acciones tan comunes como salir a la calle, relacionarse con otras personas o conducir su vehículo.

Autopistas y atascos, situaciones agorafóbicas

Mientras unos ciudadanos aprovechan la nueva normalidad para lanzarse a la calle, desplazarse al campo o viajar a su segunda residencia, otros no parecen muy dispuestos a salir de casa. Al respecto, los psicólogos advierten que esta última conducta se debe al hecho de permanecer tanto tiempo confinados y al miedo a contraer el coronavirus.

Y muchas personas tampoco desean abandonar su domicilio para evitar conducir en una autopista o verse inmersos en un atasco. Se trata de algunas de las situaciones agorafóbicas más habituales. Escenarios en los que la agorafobia puede pasar factura en forma de angustia y estrés.

Agorafobia y pánico: ‘cóctel’ peligroso

Y la agorafobia podría verse agravada si a los citados síntomas se suma el pánico. Según recuerdan desde la prestigiosa Clínica Mayo, dicha combinación es ciertamente preocupante, pues un ataque de pánico puede traducirse en:

  • Un incremento de la frecuencia cardíaca.
  • Dificultades para respirar o sensación de ahogo.
  • Dolor o presión en el pecho.
  • Aturdimientos o mareos.
  • Sensación de inestabilidad, entumecimiento u hormigueo.
  • Sudoración excesiva.
  • Enrojecimiento o escalofríos repentinos.
  • Malestar estomacal o diarrea.
  • Percepción de pérdida de control.
  • Temor a morir.

Si alguno de dichos trastornos se manifiesta durante la conducción, la experiencia puede ser realmente traumática. Y tener consecuencias muy negativas para nuestra salud. Por ello, si en la nueva normalidad tienes miedo de salir a la calle, conducir en grandes espacios abiertos o quedarte atrapado en un atasco, lo mejor es que consultes a un especialista para intentar superar la agorafobia.

¿Cómo puede curarse la agorafobia?

Sobre cómo puede curarse la agorafobia, los entendidos en la materia sostienen que no hay una forma segura de evitarla. Pero sí existen tratamientos para intentar frenarla y, en la medida de lo posible, reducir la ansiedad que provoca:

  • En primer lugar, si deseamos superar la agorafobia debemos enfrentarnos a nuestros miedos. Y una buena forma de hacerlo es junto a un familiar o un amigo. Si nos desplazamos en nuestro vehículo acompañados de una persona de confianza, quizás podamos controlar el miedo que producen los espacios abiertos, como las autopistas, o vernos rodeados en un atasco.
  • Asimismo, la psicoterapia nos ayudará a disminuir los síntomas de la ansiedad.
  • Existen antidepresivos y medicamentos contra la ansiedad. Pero, cuidado: tienen que ser recetados por el médico. Y conviene no olvidar que algunos medicamentos afectan a la conducción.
  • Finalmente, en establecimientos como los herbolarios es posible adquirir productos naturales sin receta para combatir la ansiedad. Es importante cerciorarse de que no presentan riesgos para la salud.

Amaxofobia: principales trastornos

Continuando con la relación de la agorafobia y amaxofobia con la conducción, el fin del confinamiento supondrá que muchos ciudadanos se vean en la obligación de ponerse a los mandos de sus vehículos. Y para algunos, dicha situación significará volver a enfrentarse con una de sus grandes preocupaciones: el miedo a conducir.

No se trata de una cuestión baladí, pues cerca del 30% de los conductores sufre amaxofobia. Y quienes la padecen, presentan, entre otros, los siguientes trastornos:

  • Temor irracional. Se le denomina así porque, en algunos casos, no hay precedentes ni hechos traumáticos previos para sentirlo.
  • Sudoración excesiva, mareos, ansiedad y palpitaciones. Son algunos de los síntomas que ya hemos mencionado en el apartado dedicado a la agorafobia.
  • Pesadillas. Experiencias traumáticas previas, como un accidente de tráfico, un atropello o un susto durante la conducción, podrían ocasionar pesadillas relacionadas con el suceso en cuestión.

¿Cómo se supera la amaxofobia?

De cara a superar la amaxofobia, es aconsejable ponerse en manos de psicólogos y centros de formación vial que sean capaces de generar confianza y seguridad en quienes tengan miedo a conducir. Un proceso que suele abordarse en cuatro fases:

  • Toma de conciencia. Como sucede con la agorafobia, las personas que sufren amaxofobia deben asumirlo, reconocer el problema y acudir a un experto en psicología. Este último se encargará de establecer un calendario de trabajo.
  • Afrontamiento y control. En esta fase se utilizan técnicas de relajación para reducir la ansiedad y los pensamientos catastrofistas.
  • Reciclaje. De cara a recuperar la confianza y subir la autoestima, los simuladores de conducción facilitan enfrentarse a las situaciones que generan miedo en el mundo real.
  • Exposición progresiva real. Por último, participar en un curso de conducción segura permite a los afectados poner en práctica todo lo aprendido en las fases anteriores.

Ciertamente, la agorafobia y amaxofobia pueden dificultar que disfrutemos de la conducción en la nueva normalidad. Y en función de su complejidad, cada caso requerirá una atención específica. Pero si ponemos de nuestra parte, reconocemos el problema y confiamos en profesionales, los temores podrán desaparecer y dar paso al autocontrol y la seguridad en uno mismo.

Ya lo sabes: si la nueva normalidad te provoca miedo a salir a la calle o a conducir, podrías padecer agorafobia y amaxofobia. Si deseas superarlas, sigue nuestras recomendaciones. Y si lo tuyo son las dos ruedas, estos consejos para volver a montar en moto con seguridad también pueden serte muy útiles. ¡Toma nota!

Compartido
1 comentario en “¿Qué es y cómo superar la Agorafobia y amaxofobia?”
  1. Pingback: Consejos para conducir una moto sin estrés | Blog AMV

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio