5 errores comunes al comprar scooter de segunda mano

Comprar una scooter de segunda mano es una alternativa de movilidad para muchos usuarios. Pero a veces se cometen errores… Si no deseas llevarte sorpresas en tu adquisición, este post te interesa. ¡Sigue leyendo!

En los últimos años, las scooters se han convertido en auténticas superventas. Y también, al tratarse de vehículos económicos, eficientes y prácticos, en grandes protagonistas de la movilidad urbana. Por eso, vamos a ofrecerte unos consejos para comprar una scooter de segunda mano. ¡Toma nota!

Errores más habituales al comprar una scooter de segunda mano

En primer lugar, nos centraremos en algunos de los errores más comunes que suelen cometer los motoristas al comprar una scooter de segunda mano. ¡Así evitarás problemas que luego podrías lamentar!

1. Comprar una scooter cuando no lo necesitamos

A la hora de adquirir cualquier bien, es importante no hacerlo de forma compulsiva. Las compras espontáneas e irreflexivas son más frecuentes de lo que creemos. Y pueden tener consecuencias como ansiedad, desencanto o frustración. Sobre todo, si el producto adquirido no colma las expectativas del consumidor.

Pues bien: esto mismo es aplicable al ámbito de las motos de segunda mano. Pero, ¿qué es lo que necesitamos realmente? Si tenemos pensado realizar desplazamientos interurbanos, escapadas de fin de semana por carretera y viajes largos en moto, quizás no sea buena idea comprar una scooter…

2. No tener referencias del vendedor

Llegado el momento de comprar motos scooters de segunda mano, existen varias opciones: comprar a un vendedor particular o acudir a un establecimiento especializado. Independientemente de la opción que escojamos debemos buscar referencias del vendedor.

En el caso de comprar a un particular a través de un anuncio en una plataforma online, es recomendable que nos decantemos por una que nos ofrezca las máximas garantías y seguridad, como Cüimo, especializado en la venta de motos de segunda mano.

Si nos decantamos por la opción de comprar en un establecimiento especializado, podremos buscar opiniones de los usuarios y hablar con los profesionales que trabajan en el establecimiento para hacernos a la idea de su forma de trabajar.

3. No preguntar acerca de la moto

Otro de los errores más comunes al comprar una scooter de segunda mano es no interesarse por su historial. Si se encuentra limpia, en aparentemente buen estado y con neumáticos nuevos, ¿por qué hacer preguntas?

Pero, precisamente porque es un vehículo usado, hay que indagar… Y preguntarle al vendedor por qué está a la venta, cuántos dueños ha tenido la scooter, si ha pasado todas las revisiones oficiales, si ha sufrido algún accidente, etc. Importantísimo: se debe intentar despejar cualquier duda antes de adquirir una moto de segunda mano.

4. No analizar la moto ‘in situ’ (tanto en parado como en movimiento)

Del mismo modo, es fundamental realizar una inspección de la scooter de forma presencial. Y por partida doble:

• En primer lugar, en parado. Y sin prisas, pues son malas consejeras. ¿El vehículo presenta algún tipo de roce o desperfecto? ¿Requiere reemplazar un grupo óptico o las pastillas de freno?
• Igualmente, hay que conducir la scooter para comprobar si nos sentimos cómodos a sus mandos y cuál es su comportamiento.

Respecto a este último punto, algunas tiendas contratan seguros para concesionarios y talleres que cubren tanto a la scooter como al cliente que quiera probarla. ¡Conviene saberlo!

Sin embargo, probar la moto de un particular es un asunto más delicado. Primero, porque el seguro solamente cubre a los conductores contemplados en la póliza. Y también porque, con la excusa de probar el vehículo antes de adquirirlo, ¡algunas motos han sido robadas!

5. Compraventa sin contratos ni documentación

Por último, hay que asegurarse de que todo el proceso se realiza de manera legal y transparente:

• Para empezar, es necesario cumplimentar y firmar un contrato de compraventa. Si la operación se realiza entre particulares y no sabes cómo es y qué condiciones han de reflejarse en él, la Dirección General de Tráfico facilita descargarse un contrato de compraventa de un vehículo usado entre particulares.
• En dicho documento tiene que reflejarse el precio. Y entre otros datos, especificar si la scooter dispone de seguro en vigor y se encuentra al corriente respecto a las obligaciones derivadas de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
• Además, el vendedor tiene que confirmar que no existe ninguna carga, gravamen, impuesto, deuda o sanción pendiente de pago en la fecha de la firma del contrato. Como, por ejemplo, una reserva de dominio.
• De igual manera, es primordial prestar atención a la identidad del vendedor y los papeles de la moto. Y comprobar que se corresponden al titular del vehículo y a la scooter, respectivamente. ¡Fíjate que el número de chasis y la matrícula del vehículo sean los mismos que los de la documentación!

A propósito: ¡no te olvides de la garantía! En las operaciones entre particulares, la misma debe ser, al menos, de seis meses. Y en el caso de que la compra se formalice en un establecimiento, la garantía será de un año.

¿Qué hay que mirar al comprar una scooter de segunda mano?

Como habrás visto, junto a los errores más comunes hemos incluido algunos consejos que son muy útiles en las operaciones de compraventa de vehículos usados. Asimismo, el siguiente checklist te ayudará a saber qué mirar al comprar una scooter de segunda mano:

• Observa detenidamente el exterior del vehículo. ¿Presenta golpes o desperfectos? ¿Hay alguna parte suelta? Si dispone de parabrisas, ¿tiene algún arañazo?
• ¿Cómo se encuentran el asiento, los reposapiés de la plataforma y las gomas de los puños del manillar? ¿Están muy desgastados? Si es así, es una señal de que la scooter se ha utilizado bastante.
• En lo referente a las suspensiones, comprueba su estado hundiendo la horquilla varias veces. Lo normal es que recupere de forma rápida. Y observa también si existe alguna fuga de aceite.
• En cuanto a los frenos, las ralladuras es uno de los síntomas que indican que deberían reemplazarse. Aprovecha para echar un vistazo al color del líquido –no ha de encontrarse muy oscuro– y al accionamiento de la maneta –que no tenga mucho recorrido–.
• Finalmente, examina el desgaste y el estado de los neumáticos. Y ya puestos, de las llantas. Un aro exterior muy «picado» revela que ha pasado varias veces por el taller.

Si no eres un experto, lo mejor es que acudas a ver la moto con un mecánico o una persona de confianza que tenga más experiencia y conocimientos que tú. Por otra parte, haz una búsqueda en Internet: ¿qué opiniones hay sobre el modelo que quieres adquirir?

Y después de inspeccionarla, es aconsejable probar la scooter para formarse una última opinión. En el supuesto de que veas algo que no te gusta, házselo saber al vendedor. Y negocia el precio si consideras que la moto no vale lo que piden por ella.

¿Cómo saber si el motor de la scooter está bien?

Ya que nos hemos referido a probar la scooter, ahí podrás darte cuenta si responde bien y su funcionamiento es normal. Si al abrir el gas notas tirones, eso puede deberse a anomalías como problemas en una bujía o suciedad en el filtro de aire. Y al ralentí, observa que no haya una fuga de aceite. Además, el humo del escape tiene que ser casi incoloro y no oler demasiado.

¿Cuándo se considera que un scooter tiene muchos kilómetros?

Para concluir, ya se ha comentado que algunos detalles del exterior de la scooter nos permiten hacernos una idea de su uso. Si no te fías del número de kilómetros que aparece en el marcador, solicita un informe del vehículo a Tráfico. En el caso del informe completo, incluye todos los datos de interés; entre ellos, el historial de ITV y el kilometraje.

¡No olvides asegurar tu scooter de segunda mano!

En fin: confiamos en que, por todo lo expuesto, ahora tengas más claro qué hacer a la hora de comprar una scooter de segunda mano. Y si prefieres una motocicleta, en el blog encontrarás unos consejos para comprar moto de segunda mano. Al margen del modelo elegido, ¡recuerda que estás obligado a asegurarlo!

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