Los mejores consejos para lavar una moto

Si no sabes cómo lavar una moto, y quieres que luzca como el primer día, te explicamos todo el proceso paso a paso. ¡Parecerá que acaba de salir del concesionario!

Llegado el momento de dejar nuestra moto reluciente, podemos confiar en los profesionales de un centro especializado o llevar a cabo la limpieza por nuestra cuenta. Si prefieres esta última opción, pero no tienes claro cómo lavar una moto, en este post te lo explicamos todo paso a paso. ¡Sigue leyendo!

Cómo lavar una moto: pasos a seguir

Desde el lugar elegido para lavar el vehículo hasta los últimos retoques, es importante ser cuidadosos con todos los detalles. De esta forma nos aseguraremos de dejar nuestra compañera de aventuras como nueva y no dañaremos ninguna de las partes de la moto más sensibles. ¡Manos a la obra!

1. Elige el sitio adecuado para lavar la moto

Para empezar, hay que tener claro dónde se va a lavar la moto. Al respecto, debes saber que está prohibido hacerlo en la vía pública. Así pues, te quedan dos opciones: acudir a un box de lavado a presión o utilizar un espacio privado. Por ejemplo, el patio de un chalet o vivienda, un garaje particular, una parcela…

En cualquier caso, te recomendamos que elijas una zona a la sombra. En primer lugar, para evitar una insolación. Además, el calor del sol puede provocar que los productos de limpieza generen gases tóxicos y activar la capacidad corrosiva de los desengrasantes. Y no menos relevante: con la moto a la sombra no quedarán manchas antiestéticas.

2. Comprueba que tienes todo lo necesario

Si prefieres lavar la moto por tu cuenta, necesitarás una serie de utensilios y productos. ¡Toma nota!

• Un par de cubos, una brocha y un cepillo de dientes.
• Bolsas de plástico, goma elástica y cinta aislante.
• Esponjas, bayetas de microfibra y gamuzas o papel de cocina.
• Detergente de altas prestaciones. En caso de no disponer de él, usa un jabón o lavavajillas neutro para que no dañe ningún material.
• Desengrasante de moto.
• Limpiador de cadenas –como alternativa, queroseno o gasoil– en el supuesto de tener que lavar una moto con este tipo de transmisión secundaria.
• Limpiador para frenos de tipo contact cleaner.
• Limpiador de cúpulas y plásticos.
• Limpiador y renovador del asiento.
• Pulimento para superficies cromadas.
• Cera abrillantadora para la carrocería.
• Vaselina o grasa para los contactos eléctricos y cables.

Si es la primera vez que vas a lavar una moto, tendrás que comprar algunos utensilios y productos. Pero la inversión merece la pena. ¡Podrás usarlos más veces!

3. Ponte ropa cómoda

Otro asunto a tener en cuenta a la hora de preguntarse cómo lavar una moto es el de la ropa. Procura ponerte prendas cómodas y muy usadas. Algo que no dé pena ensuciar. Asimismo, es conveniente utilizar unas gafas de protección, una mascarilla y unos guantes de nitrilo desechables.

4. Protege las partes de la moto más delicadas

¿Ya estás deseando darle un manguerazo a la moto? ¡No tan deprisa! Espera a que el vehículo se enfríe. Seguidamente:

• Protege el tubo de escape para que no entre agua. Esta operación podrás hacerla con una bolsa de plástico y una goma elástica. Y también con tapones para silenciosos que se comercializan en tiendas especializadas.
• De igual manera, es recomendable proteger todas las partes que funcionan con electricidad. Hablamos de la instrumentación, los grupos ópticos, los intermitentes…

5. Lava la moto con una manguera y un detergente limpiador

Una vez protegidas las partes más delicadas, ya podrás empezar a lavar tu moto –a ser posible, con agua templada–. Para ello:

• Moja la moto de arriba abajo con una manguera o pistola a presión. En el caso de esta última, utilízala a distancia y con sumo cuidado para no dañar la pintura, los logotipos, los adhesivos o, peor aún, las partes mecánicas o eléctricas del vehículo.
• A continuación, aplica el detergente limpiador de altas prestaciones. Suele comercializarse en forma de pulverizador y facilita eliminar residuos de grasa, polvo, tierra o insectos en las diferentes superficies de la moto. Pasados unos minutos, aclara la moto con la manguera o pistola a presión.

Para el lavado de una moto es aconsejable disponer de manguera o pistola a presión. En caso contrario, deberás hacer uso de dos cubos con agua. Y en el supuesto de no haber comprado un limpiador especial, tocará lavar la moto con un lavavajillas o jabón neutro. En este caso:

• Vierte un poco de jabón o lavavajillas neutro en uno de los cubos.
• Introduce una esponja en él, frótala sobre la carrocería suavemente y aclárala cuando sea necesario en el otro cubo.
• Por último, enjuaga la moto con agua limpia.

6. Limpia las partes mecánicas con productos específicos

Llegados a este punto, ¿ya empiezas a tener más claro cómo lavar una moto? Después de la limpieza general, habrá que centrarse en partes mecánicas como el motor, la cadena y los frenos –aquí te vendrá muy bien haber adquirido guantes de nitrilo desechables–.

• En lo relativo al motor, rocía un espray especial y déjalo actuar. En aquellas partes donde sea más difícil limpiar la suciedad, sírvete de una brocha.
• En cuanto a la cadena de la transmisión secundaria, usa un limpiador específico –en su defecto, queroseno o gasoil–. Y frota con un cepillo de dientes para obtener un mejor resultado. Si te das cuenta, el procedimiento no es difícil. Solo hay que tener paciencia y ganas.
• Y para los frenos, recurre al limpiador contact cleaner que recomendábamos en el apartado de utensilios y productos.

Finalizado dicho proceso, aclara todo el conjunto de partes mecánicas que hayas limpiado con una manguera o pistola a presión.

8. Presta atención a los últimos detalles para que tu moto parezca nueva

¡Tu moto parece otra! Pero todavía no hemos acabado. Faltan los últimos detalles… Si de verdad quieres que tu compañera de aventuras luzca como el primer día, presta atención a estas recomendaciones:

• Comprueba que toda la moto está completamente seca. Si no fuese así, pásale una bayeta de microfibra y una gamuza o papel de cocina.
• Esmérate en la limpieza de grupos ópticos, intermitentes, espejos retrovisores, cúpula e instrumentación. Para tal fin, aplica un espray para motos con una bayeta de microfibra y seca con una gamuza. Hazlo con cuidado y suavemente para no provocar arañazos.
• Aprovecha para darle lustro al asiento, las superficies cromadas, los neumáticos y las llantas –algo que agradecerás si eres propietario de un modelo clásico o custom–. Y también puedes utilizar cera en spray para pulir motocicletas. ¡Quedará reluciente!

Todo lo referente a cómo lavar una moto podría finalizar aquí. No obstante, es interesante rematar la faena con algunas operaciones de mantenimiento. Por ejemplo, utilizar lubricante de silicona en las partes mecánicas y los manguitos para reforzar su protección –nunca en los frenos ni los neumáticos–.

Y ya puestos, engrasar las manetas, los cables y la cadena. En el caso de esta última, ten especial cuidado en no ensuciar la llanta trasera o la carrocería porque entonces tendrás que volver a limpiarlas.

¿Por qué debes seguir nuestros consejos?

Hasta aquí, nuestros consejos sobre cómo lavar una moto. Es importante que los pongas en práctica si te apetece presumir de moto, no quieres ser multado y deseas circular con un vehículo seguro.

• Recuerda: los vehículos a motor no pueden ser lavados en la calle o espacios públicos. De lo contrario, serás sancionado.
• Igualmente, a tenor de lo dispuesto en el Reglamento General de Circulación, los agentes pueden multarte si circulas con un vehículo sucio. De manera especial, si la suciedad afecta a la pantalla parabrisas, los grupos ópticos e intermitentes y la matrícula.
• Si utilizas productos especiales estarás protegiendo los componentes de la moto.
• Finalmente, recuerda que la limpieza de la moto y las labores de mantenimiento contribuyen a disfrutar de nuestra compañera de aventuras con mayor seguridad.