¿Por qué es importante el oído al conducir?

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La importancia del oído al conducir es mucho mayor de lo que se piensa. Te explicamos cómo puede afectar una enfermedad del oído al conducir y qué dice la normativa de tráfico sobre la discapacidad auditiva. ¡Sigue leyendo!

oreja de una mujer siendo examinada por un otorrino

Sobre la importancia del oído al conducir, la primera reseña relevante la encontramos en el Reglamento General de Conductores. En su artículo 7, la norma recuerda que para obtener un permiso o una licencia de conducción se requerirá:

  • Reunir las aptitudes psicofísicas requeridas en relación con la clase del permiso o licencia de conducción que se solicite.

Y en los criterios de aptitud para obtener o prorrogar un carnet o licencia de conducir se tiene en cuenta la agudeza auditiva. Algo de lo que ya nos hemos ocupado en el blog. Concretamente, en el post dedicado a los test psicotécnicos, a través de los cuales se valoran las capacidades físicas y psicológicas de los conductores.

Estos últimos son sometidos a pruebas de sonido y audiometrías para evaluar su capacidad auditiva. Y como veremos en el desarrollo del presente artículo, deficiencias como una hipoacusia o sordera parcial pueden ser un impedimento para obtener o prorrogar el permiso de conducción.

Razones por las que el oído es importante a la hora de conducir

Seguro que en más de una ocasión has escuchado decir que se debe conducir con los cinco sentidos. Y que de todos ellos, la visión es el sistema sensorial más importante en la conducción. Para que te hagas una idea de su aportación a la seguridad vial, la asociación Visión y Vida recuerda que la vista asimila el 90% de la información que recibimos cuando conducimos. Por ello, una visión deficiente puede tener consecuencias fatales.

Pero, ¿qué sucede con la capacidad auditiva? En relación a la importancia del oído al conducir, la Dirección General de Tráfico (DGT) observa que a través del oído nos llega mucha información útil y necesaria. Por ejemplo:

  • La sirena de un coche de policía, un camión de bomberos o una ambulancia nos alerta de una emergencia. Si nuestros oídos no se percatan del sonido o lo hacen más tarde de lo normal, podríamos dificultar el avance del vehículo que intenta abrirse paso entre el tráfico para atender una urgencia.
  • El sonido de un claxon. Si bien es cierto que hay quienes se exceden en su uso, cuando un conductor acciona el claxon de su vehículo es para alertar a otro de un posible peligro. Advertir ese sonido puede prevenir una colisión o cualquier otra situación de riesgo en la conducción.
  • El toque de silbato de un agente de tráfico. Entre otras señales, los toques de silbato son utilizados por los agentes encargados de la vigilancia de la circulación para indicar a los vehículos que se detengan o reanuden la marcha.
  • Igualmente, escuchar el ruido del motor es de gran ayuda para subir y bajar marchas. Y también nos da pistas sobre un buen o mal funcionamiento del vehículo.

Conscientes de la importancia del oído al conducir, los fabricantes de vehículos y de la industria auxiliar incorporan ayudas auditivas a sus productos. Entre ellas:

  • Los avisadores acústicos nos advierten si tenemos puesto un intermitente, nos hemos dejado una luz encendida o una puerta del vehículo está mal cerrada.
  • Asimismo, nos recuerdan que no nos hemos puesto el cinturón de seguridad o si los neumáticos están desinflados.
  • Y en el caso del navegador, nos ayudan a ubicarnos en la calzada y elegir el camino adecuado para llegar a nuestro destino.

Por todo lo expuesto, ¿comprendes ahora por qué es tan importante gozar de una buena capacidad auditiva? Como se ha comentado, la misma es evaluada en el test psicotécnico. Pero si notas alguna anomalía, no esperes a la obtención o renovación del carnet de conducir para ser examinado. Acude a tu médico para que valore tu estado y, si lo considera oportuno, te remita a un especialista.

¿Cómo puede afectar una enfermedad del oído al conducir?

Sin duda, los problemas y las enfermedades relacionadas con el oído afectan a la conducción de forma negativa. Y son más habituales de lo que pensamos. ¿Sabías que un millón de personas sufren pérdida auditiva en España? ¿Y que un tercio de los mayores de 65 años padece pérdida auditiva discapacitante?

Sobre las causas que pueden provocar pérdida de audición, la DGT se centra en las congénitas y las adquiridas:

  • Causas congénitas. Enfermedades como la rubeola, infecciones durante el embarazo, uso inadecuado de medicamentos, etc.
  • Causas adquiridas. Enfermedades, traumatismos, exposición al ruido o envejecimiento.

Los expertos coinciden en que la pérdida de audición suele tener un efecto significativo en la calidad de vida. Así pues, una enfermedad del oído que conlleve una disminución de la capacidad auditiva repercutirá en la conducción. En ocasiones, hasta el punto de condicionar o denegar la obtención o renovación del carnet de conducir.

Normativa de la DGT acerca del oído

Esto último está recogido en el Anexo IV del Reglamento General de Conductores, dedicado a las enfermedades y deficiencias que son causa de denegación de la obtención o renovación del permiso de conducción. O en su defecto, de adaptaciones, restricciones de circulación y otras limitaciones.

En lo relativo a la agudeza auditiva, y centrándonos en los permisos de conducción más populares (carnet de moto y carnet de coche B), el citado reglamento establece lo siguiente:

  • Las hipoacusias, con o sin audífono, de más del 45% de pérdida combinada entre los dos oídos, obteniendo el índice de esta pérdida realizando audiometría tonal, impiden la obtención o prórroga del permiso o licencia de conducir.
  • Los afectados de hipoacusia con pérdida combinada de más del 45% (con o sin audífono) deberán llevar espejo retrovisor exterior a ambos lados del vehículo e interior panorámico.

Consejos para conductores con discapacidad auditiva

En definitiva, queda clara la importancia del oído al conducir. Para evitar la pérdida de audición, los especialistas médicos aconsejan limitar la duración y la intensidad de la exposición al ruido. También evitar los riesgos recreativos –como, por ejemplo, un uso prolongado de los auriculares–. Y, finalmente, someterse a pruebas periódicas de audición.

Respecto a los conductores con discapacidad auditiva, la DGT ofrece las siguientes recomendaciones:

  • Comprobar la disposición y orientación de los espejos retrovisores del vehículo para mejorar el campo de visión y compensar la pérdida de audición.
  • Usar el equipo de audio del vehículo con un volumen moderado.
  • Respetar las revisiones y el mantenimiento de las prótesis. Si se cambia a un modelo de audífono diferente, evitar conducir hasta comprobar que la adaptación al mismo es óptima.
  • No conducir durante tres o cuatro semanas después de una intervención quirúrgica en el oído.

De igual manera, quienes tengan problemas de oído que causen alteraciones del equilibrio o vértigos deben saber que los medicamentos que se recetan para dichas patologías pueden afectar a la conducción.

En definitiva, la capacidad auditiva juega un papel fundamental cuando nos ponemos a los mandos de nuestro vehículo. Hablamos de un complemento de la vista que nos permite percibir los estímulos sonoros que se producen en la circulación. Y que es primordial para anticiparse a situaciones de riesgo y prevenir posibles lesiones causadas por un accidente de tráfico. ¡Toma nota!

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