Sistemas ADAS de una moto, ¿en qué consisten?

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Tradicionalmente, el colectivo de los motoristas ha sido considerado vulnerable. Algo lógico, pues, en comparación con los automóviles, las motos carecen de una carrocería cerrada y brindan menos protección. Pero, afortunadamente, en los últimos años esto ha cambiado gracias a la electrónica, esencial en el funcionamiento de un sistema ADAS de moto.

hologramas proyectados sobre el cuadro de mandos de una moto

Si no sabes en qué consiste esta clase de sistema, cómo funciona y cuántos tipos hay, no te preocupes: en este post te ofrecemos todos los detalles para que puedas disfrutar de tu compañera de aventuras con seguridad. ¡Sigue leyendo!

¿Qué son los sistemas ADAS?

Como otros inventos introducidos en el sector de las dos ruedas, los sistemas ADAS comenzaron a utilizarse en los coches. Y poco a poco se han ido aplicando a las motos. Sus siglas significan Advanced Driver Assistance Systems, es decir, Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor. Y en el ámbito normativo muchos de ellos están contemplados en el Reglamento de Seguridad 2019/2044 de la Unión Europea (UE).

¿Para qué sirven los sistemas ADAS?

El citado reglamento pretende mejorar la seguridad vial en las carreteras de la UE con la implementación de tecnologías de vanguardia, como los sistemas ADAS, en los vehículos.

  • Así pues, un sistema ADAS de moto sirve para reforzar la seguridad de los ocupantes del vehículo.
  • Y al evitar accidentes o minimizar sus consecuencias, también contribuye a proteger a otros usuarios de la vía.

¿Cómo funciona el sistema ADAS en una moto?

En cuanto a cómo funciona un sistema ADAS de moto, ya se ha comentado que la electrónica es fundamental en la seguridad activa de los motoristas. Esto es, en los diferentes elementos de una motocicleta que han sido desarrollados para prevenir accidentes de circulación.

  • Pues bien: dentro de la electrónica, los sensores han venido desempeñando un papel crucial en el funcionamiento, por ejemplo, del sistema antibloqueo de frenos (ABS).
  • Y gracias a ese banco de pruebas que es la competición, en la evolución de la electrónica cabe destacar la plataforma de medición inercial (IMU, por sus siglas en inglés). Empleando acelerómetros y giroscopios, la IMU analiza el comportamiento de una moto en todo momento y ha supuesto un avance significativo en la actuación de los sistemas ADAS.

En definitiva, un sistema de seguridad ADAS se basa en la electrónica para funcionar. Y, como veremos a continuación, se trata de un auténtico «ángel de la guarda» en sus distintas modalidades.

¿Cuáles son los ADAS disponibles para las motocicletas?

Con el artículo dedicado a las tecnologías más innovadoras de las motos, en el blog ya nos hemos ocupado de la electrónica y de algunos sistemas ADAS que, por su interés, vamos a ampliar en este post. ¡Toma nota!

Sistemas de ayuda a la frenada

El primer sistema ADAS de moto que marcó un antes y un después en el sector de las dos ruedas fue el ABS. Pero no es el único sistema de ayuda a la frenada. En las motos actuales es posible encontrar otras soluciones en el sistema de frenado de las motocicletas.

  • ABS. El sistema antibloqueo de frenos es obligatorio desde 2016 para las motos con una cilindrada igual o superior a 125 cc. Reduce la distancia de frenado y es de gran ayuda para que una moto no se desestabilice al frenar.
  • ABS con funciones adicionales. Dependiendo del segmento y de las prestaciones de una moto, los fabricantes ofrecen evoluciones del ABS que brindan una mayor seguridad al frenar en curvas, ángulos inclinados o descensos de pendientes pronunciadas.
  • CBS. El sistema de frenada combinada es la alternativa al ABS para motos con una cilindrada inferior a 125 cc.
  • Advertencia de colisión frontal. Mediante sensores y cámaras, este sistema alerta al conductor, visual o acústicamente, de una posible colisión con el vehículo precedente.
  • Señal de frenada de emergencia. En situaciones en las que un motorista se ve obligado a frenar repentinamente, los intermitentes se activan automáticamente para avisar al vehículo que circula detrás y evitar así un accidente por alcance.

Control de tracción

Regula la entrega de potencia impidiendo que la rueda trasera de la moto pierda adherencia o derrape. Algunos controles de tracción permiten seleccionar el modo de respuesta (más o menos intrusivo). Y, como sucede con el ABS, hay sistemas optimizados para incrementar la seguridad en tramos de curvas.

Sistemas para controlar la velocidad

Según la Dirección General de Tráfico (DGT), uno de cada cinco accidentes de circulación con víctimas está relacionado directamente con el exceso de velocidad. Y la velocidad inadecuada es otro de los principales factores de riesgo. En este sentido, en algunas motos es posible controlar la velocidad a la que se circula gracias a estos sistemas ADAS:

  • Limitador de velocidad. Resulta de gran ayuda para no superar el límite de velocidad de la vía por la que se está circulando.
  • Control de crucero adaptativo. La evolución del control de velocidad tradicional posibilita mantener una velocidad de crucero y, además, guardar una distancia de seguridad prudencial con el vehículo que circula delante para prevenir colisiones. Es ideal para hacer viajes largos en moto y practicar mototurismo.

Modos de conducción

Otra de las ventajas de la electrónica es que permite, a través de los modos de conducción, adaptar la respuesta del motor y el acelerador al estilo de pilotaje y las condiciones del piso. Igualmente, estos modos regulan el nivel de intervención del control de tracción, el control anticaballito o el control de freno motor.

  • En función del modelo de moto, el número de modos de conducción es más o menos mayor.
  • Entre otros, hay modos de conducción para ciudad, carretera, asfalto mojado, conducción deportiva y pilotaje off road.
  • Y algunas marcas ofrecen la posibilidad de personalizarlos.

Control anticaballito o ‘antiwheelie’

Ya que nos hemos referido al control anticaballito, el también denominado antiwheelie evita que se levante la rueda delantera al girar el puño del gas enérgicamente. Suele incluirse en el equipamiento de las motos de altas prestaciones.

Control de freno motor

Este sistema ADAS de moto controla y regula el grado de retención del propulsor al desacelerar para que la conducción sea más fluida tanto en ciudad como en carretera. Como en algunos sistemas ABS o controles de tracción, puede desconectarse si así se desea.

Asistente a bajas revoluciones

Cuando el motor está frío podría calarse al arrancar o dar tirones a baja velocidad, generando situaciones de peligro. Algo que se previene con este sistema que, de manera automática, aumenta el régimen de revoluciones hasta que el propulsor alcanza una temperatura óptima de funcionamiento.

Asistente de arranque en pendiente

Como en los automóviles, uno de los momentos más temidos por muchos motoristas es arrancar en una pendiente ascendente y que la moto se vaya hacia atrás al soltar las manetas o el pedal. Este sistema lo evita y se desactiva al reanudar la marcha.

Sistema de detección de ángulo muerto

Avisa al conductor de la presencia de otros vehículos en los ángulos muertos de los espejos retrovisores de la moto por medio de alertas en la instrumentación. Es especialmente útil, minimizando los riesgos, al cambiar de carril. Y también al realizar cambios de dirección o de sentido.

Asistente de cambio bidireccional

Finalmente, este sistema permite cambiar de marcha, de manera rápida y sencilla, sin tener que accionar el embrague o desacelerar.

¿Cómo ayuda el sistema ADAS a los motoristas?

Por todo lo expuesto, habrás visto que, de una forma u otra, los sistemas ADAS ayudan a los motoristas a circular más seguros gracias a la electrónica. No obstante, no podemos pensar que son infalibles y que siempre van a salvarnos de un accidente…

Además, es importante poner en práctica una serie de consejos para montar en moto con seguridad. Y también elegir seguros de moto que incluyan, entre otras, las coberturas de Accidentes del Conductor y Asistencia en Viaje para disfrutar de un mayor nivel de protección. ¡Piensa con el casco!

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