Los enemigos de los motoristas en ciudad

De manera especial cuando llueve, en los desplazamientos urbanos hay que tener mucho cuidado con las ‘trampas’ del asfalto. Si todavía no conoces cuáles son los enemigos de los motoristas en ciudad, ¡sigue leyendo!

¡El tiempo pasa volando! Hace unos días disfrutábamos de las vacaciones estivales y ya hemos vuelto al trabajo o estamos preparando el nuevo curso. El otoño está a la vuelta de la esquina y después tendremos que afrontar el invierno. Llegan los meses más fríos del año y también las esperadas lluvias, tan necesarias para llenar los embalses pero incómodas para circular en moto. ¡Sobre todo en ciudad!

Principales ventajas de la moto en ciudad

Obviamente, a estas alturas nadie discute que la moto juega un papel muy importante en la movilidad sostenible. En el marco de las grandes ciudades, y en comparación con otros vehículos, las motos tienen, entre otras, las siguientes ventajas:

• Emiten menos emisiones. Concretamente, el parque de motocicletas y ciclomotores existente en España permite ahorrar 9,8 millones de toneladas de CO₂ a la atmósfera.
• Las motos reducen el tiempo de los recorridos entre un 50% y un 70%, lo cual, además de minimizar la generación de emisiones contaminantes a la atmósfera, contribuye a descongestionar el tráfico.
• A la hora de aparcar, las motos ocupan cinco veces menos espacio que otros vehículos. Y en el caso de los modelos eléctricos, gozan de privilegios como el aparcamiento gratuito o con tarifa reducida en zonas reguladas.
• Y llegado el momento de rascarnos el bolsillo, conviene tener en cuenta que el precio de una moto es inferior al de un automóvil y que también habrá que pagar menos a la hora de contratar el seguro o realizar el mantenimiento.

Por eso, no es de extrañar que cada vez sean más quienes se animen a realizar sus desplazamientos urbanos en moto, incluyendo a los titulares del carnet B con más de tres años de antigüedad con dicho permiso. Pero, sobre todo en los días de lluvia, a las ventajas que hemos señalado se suman los enemigos de los motoristas en ciudad. ¡Cuidado con ellos!

¿Cuáles son los enemigos de los motoristas en ciudad?

Aunque muchos motoristas consideran que los conductores de otros vehículos no les respetan, cuando hablamos de los enemigos de los motoristas en ciudad no nos referimos a quienes conducen automóviles, vehículos comerciales, autobuses o camiones. Hablamos de las conocidas como trampas de la calzada, especialmente peligrosas en el ámbito urbano y en días de lluvia. ¡Toma nota!

• Pintura deslizante. Tradicionalmente, la señalización horizontal ha sido uno de los enemigos de los motoristas en ciudad. Nos referimos a las marcas viales, como líneas, flechas, símbolos, letras o números, que se pintan sobre el pavimento y pueden causar un accidente a un motorista en días de lluvia. Con el objetivo de reducir la siniestralidad en un colectivo tan vulnerable, en los últimos años algunos ayuntamientos han comenzado a aplicar pintura antideslizante en la calzada.
• Pasos de cebra. Esa preocupación también se ha extendido a los pasos de cebra, otro de los enemigos de los motoristas en ciudad. En este caso, además del peligro que supone la aplicación de una pintura que disminuya la adherencia, debe sumarse el hecho de que muchos pasos de peatones son sobreelevados. Un diseño que, a juicio de algunos usuarios, representa un riesgo de caída para ciclistas y motoristas.
• Rejillas de ventilación, tapas de alcantarilla o planchas de acero. Las dos primeras son muy habituales en la calzada. Y las planchas suelen utilizarse para tapar las zanjas de las obras o los baches. En cualquier caso, hablamos de superficies muy deslizantes cuando llueve. Y también pudiera suceder que esas trampas no estuviesen bien ajustadas o se encontrasen sobreelevadas.
• Charcos. Ya que nos hemos referido a los baches, ¡mucho cuidado con los charcos! El agua embalsada puede esconder un cráter. ¿Te imaginas qué sucedería si la rueda delantera de tu moto se hundiese en él?
• Asfalto en mal estado. Todo un clásico. Ya sea por falta de presupuesto o por dejadez, lo cierto es que el asfalto de algunas calles, avenidas o glorietas es un auténtico peligro para los motoristas. El firme irregular, los citados baches y las fisuras son enemigos de los motoristas en ciudad.
• Vertidos contaminantes en la calzada. Las manchas de lubricante o combustible también provocan accidentes a los motoristas. Y cuando las advertimos, ¡a veces es demasiado tarde! De ahí la importancia de escanear el asfalto para anticiparnos a posibles riesgos. Si ha llovido y observas una mancha multicolor en el suelo, ¡ten mucha precaución! En el supuesto de no poder evitarla, es aconsejable pasar sobre ella lo más recto posible sin acelerar ni frenar.

Básicamente, estos son los enemigos de los motoristas en ciudad, las trampas que podemos encontrarnos en la calzada de los grandes núcleos urbanos. Y tampoco debemos olvidarnos de los guardarraíles.

Normalmente, los relacionamos con las carreteras, autovías y autopistas. Pero en las ciudades también hay quitamiedos en algunas vías. Desde AMV confiamos en que los ayuntamientos tomen las medidas necesarias e instalen sistemas de protección en los guardarraíles que eviten posibles lesiones a los motoristas.

El equipamiento de motorista, nuestra segunda piel

Por todo lo expuesto, en otoño e invierno, sobre todo en los días de lluvia, ¡no podemos bajar la guardia! A no ser que caiga el diluvio universal, que llueva no debe impedir que nos movamos en moto. Eso sí: tenemos que estar preparados para hacerle frente a los enemigos de los motoristas en ciudad.

Para empezar, ¡equipándonos correctamente! Desde un casco homologado hasta unas botas de protección, los elementos del equipamiento específico conforman la seguridad pasiva de los motoristas. La equipación motera es nuestra segunda piel y nos protegerá en caso de ser víctimas de una trampa urbana y sufrir una caída.

Consejos para circular en moto con seguridad en ciudad

Además, no podemos descuidar el mantenimiento de nuestra moto. Es muy importante acudir periódicamente a un servicio oficial posventa o un taller de confianza. Y una vez que estemos bien equipados y la moto se encuentre en perfecto estado de revista, tocará poner en práctica estos consejos para conducir con seguridad en ciudad:

• Los intermitentes están ahí para usarlos. Es muy importante que los usuarios de la vía sepan con antelación cuáles van a ser nuestros movimientos en la calzada.
• La velocidad excesiva es una de las principales causas de accidentalidad en el colectivo de los motoristas. Circular a una velocidad adecuada facilitará que podamos anticiparnos a los enemigos de los motoristas en ciudad.
• Siempre hay que mantener una distancia prudencial con el vehículo precedente y no situarse en su ángulo muerto. De lo contrario, podríamos colisionar con él si realiza un giro y no se ha percatado de nuestra presencia.
• Si circulamos detrás de un autobús o un taxi y realizan una parada, debemos ser pacientes y esperar a que reanuden la marcha. ¡Ojo con los viajeros despistados que se bajan de ellos!
• En ciudad hay que mirar por los retrovisores continuamente, sobre todo si vamos a realizar una maniobra. Y girar ligeramente la cabeza a ambos lados también nos ayudará a tener una visión de 360º.
• Es esencial respetar las normas de circulación. Y recuerda: zigzaguear entre vehículos y utilizar el carril contrario para avanzar posiciones es muy peligroso.
• Y, lógicamente, hay que escanear el asfalto para anticiparse a la trampas de la calzada y no vernos afectados por los enemigos de los motoristas en ciudad.

En definitiva, la moto es un medio de transporte ideal para moverse por la ciudad. Contamina menos que otros vehículos, se aparca más fácilmente, permite llegar antes al destino y, en comparación con un automóvil, cuesta menos y supone un menor desembolso económico a la hora de contratar el seguro o visitar el taller.

Pero en las vías de las grandes ciudades nos acechan trampas que tenemos que sortear. Desde la pintura deslizante hasta los vertidos de lubricante o combustible, no podemos dejar que nos sorprendan. ¡Sobre todo en los días de lluvia!