10 motos clásicas de campo

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España es uno de los países con más tradición en la práctica del motociclismo off road. Por ello, hemos seleccionado 10 motos clásicas de campo muy apreciadas por los aficionados. ¿Quieres conocerlas? ¡Sigue leyendo!

En el blog ya nos hemos ocupado de los diferentes tipos de motos de campo. Se trata de modelos específicos o motocicletas de calle aptos para realizar incursiones fuera del asfalto. Y que empezaron a ganar adeptos hace unas décadas. Por ello, en esta ocasión vamos a centrarnos en algunas motos clásicas de campo que han dejado una huella especial dentro y fuera de nuestras fronteras.

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10 motos clásicas e icónicas de campo

Seleccionar 10 motos clásicas de campo no es una tarea sencilla. ¡Se quedan fuera auténticas leyendas! Pero con esta muestra puedes hacerte una idea de cuáles han sido algunas de las motocicletas off road que han marcado una época. De manera especial, por su contribución a este segmento, prestaremos especial atención a los fabricantes españoles. ¡Arrancamos!

1. Triumph TR6 Trophy (1956)

 Triumph TR6 Trophy aparcada sobre caballete central
Fuente: Newspress UK

La Triumph TR6 Trophy también es protagonista del post dedicado a las motos clásicas famosas de la historia del cine. Junto al inolvidable actor Steve McQueen, la motocicleta británica fue protagonista de la película La gran evasión. Y siempre será recordada por la escena en la que salta una de las alambradas de un campo de concentración.

La TR6 Trophy se mantuvo en producción desde 1956 hasta 1973, entregando una potencia que, en función de la versión, oscilaba entre 35 y 46 CV. Y, además de otros pilotos, el propio McQueen se encargó de demostrar que era una gran moto de campo al participar en los Seis Días Internacionales de Trial (ISDT) en 1964.

2. Bultaco Sherpa T (1964)

Fuente: Bultaco Lifestyle

Hablando de trial, uno de los fabricantes que más influyó en dicha especialidad fue Bultaco. Fundada por don Paco Bultó en 1953, la firma barcelonesa no tardó en desarrollar motos off road. Concretamente, lo hizo en 1960 con los modelos Sherpa N, para realizar incursiones fuera del asfalto, y Sherpa S, más orientada al motocross.

Y después llegaría la Sherpa T desarrollada junto al británico Sammy Miller, el mejor piloto de trial de la época. Aquella unión convirtió a Bultaco en una marca muy exitosa y en toda una referencia en el mundo de la competición. Originalmente, la Sherpa T montaba un motor de dos tiempos de 250 cc que entregaba 18 CV.

3. Montesa Cappra (1967)

Fuente: Honda News

Precisamente, Bultaco fue una escisión de Montesa. Fundada en 1944, la firma catalana no fue ajena al off road. En 1962, su modelo Impala demostró ser una moto muy polivalente al cruzar el continente africano en 100 días. Y luego llegarían las motocicletas de trial, enduro y motocross.

En el caso de esta última especialidad, la Cappra se convirtió en un éxito dentro y fuera de España. Y aunque no llegó a ganar ningún campeonato del mundo, se impuso en pruebas internacionales y campeonatos nacionales. Hasta 1982, se ofreció en distintas cilindradas: 125, 250, 360 y 414 cc.

4. Ossa Enduro (1967)

Fuente: Wikipedia/Pep Rovira

Continuando con nuestro repaso a las motos clásicas de campo que han hecho historia, no podía faltar otra marca española icónica. Nos referimos a Ossa, cuyos inicios como fabricante de motocicletas se remonta a 1949. Y que, al igual que sucedió con Bultaco y Montesa, desarrolló modelos off road.

Una de aquellas primigenias motos fue la Enduro 230, dotada de un propulsor de dos tiempos que otorgaba una potencia de 19,5 CV a 6.800 rpm. A juicio de la prensa de la época, era una motocicleta con “buena terminación, magnífica aceleración, óptima suspensión y excelente estabilidad”.

5. Puch Minicross (1972)

Fuente: Wikipedia/Pep Rovira

Aunque Puch era un fabricante austriaco, muchos aficionados lo consideran español. Algo lógico, pues a principios de los años 70 del siglo XX se inició la producción de modelos de la marca en las instalaciones de la empresa asturiana Avello. Y su primer gran éxito llegó en 1972 de la mano del Minicross.

Aquel ciclomotor de campo, con un motor de 50 cc que rendía una potencia de 2 CV, destacaba por su llamativo color amarillo. Y pronto se convirtió en un referente para quienes deseaban hacer sus pinitos fuera del asfalto. Con aquella base mecánica se fabricaron distintas versiones del Minicross.

6. Yamaha XT 500 (1976)

Fuente: Martin Debus – stock.adobe.com

También protagonista del artículo Top 10 de motos clásicas de Trail, en nuestro repaso a las motos clásicas de campo no podía faltar la Yamaha XT 500. Una motocicleta que, como explicábamos en el citado post, marcó un antes y un después en el sector de las dos ruedas al ser considerada la primera Trail moderna.

Con un motor de 499 cc y 32 CV, la XT 500 era la moto que pilotaba el malogrado Thierry Sabine cuando se perdió en el rally Abiyán-Niza de 1977. Una experiencia que inspiró al francés para crear el raid más duro del mundo: el Dakar. Por cierto: te invitamos a conocer 10 motos clásicas con historia en el Dakar. ¡Lectura recomendada!

7. Derbi 74 TT (1978)

Fuente: Archivo Moto Verde

Derbi empezó a fabricar motos en 1949. Y adquirió una gran notoriedad con las balas rojas que permitieron al inolvidable Ángel Nieto conseguir sus primeros títulos en el Campeonato del Mundo de Velocidad. Pero, lejos de ceñirse al asfalto, la firma catalana también participó en pruebas off road y produjo motocicletas de campo.

De todas ellas, hemos elegido la 74 TT. Derivado de su hermana 74 Cross, el modelo todoterreno estaba claramente orientado a un público joven. Y de cara a promocionarla entre este último, apareció en la película Nunca en horas de clase, basada en una historia de adolescentes en la que no podían faltar las motos…

8. Rieju Marathon (1979)

Fuente: Rieju

Rieju es otro de los fabricantes emblemáticos de nuestro país. Y continúa en activo ofreciendo motocicletas tanto asfálticas como off road. Si miramos por nuestro particular retrovisor, la máquina del tiempo nos lleva hasta 1979. Un año en el que la marca introdujo la denominación Marathon en su gama.

Inicialmente, la Rieju Marathon estuvo disponible en versiones de 50 y 74 cc. Y un año después de su lanzamiento llegó la variante de 80 cc para usuarios de enduro y cross. Con aquellos modelos, el color verde comenzó a ser asociado con una marca que, más de cuatro décadas después, sigue vendiendo motocicletas Marathon.

9. BMW R 80 G/S (1980)

Fuente: gpriccardi – stock.adobe.com

En este post dedicado a las motos clásicas de campo tampoco debía quedar fuera una vieja conocida del blog. Nos referimos a la BMW R 80 G/S, incluida en artículos como Las motos más míticas de los años 80. Un modelo considerado precursor de las motocicletas de enduro de gran cilindrada y uso mixto.

Las siglas G/S de la R 80 significaban Gelände (todoterreno) y Straße (calle). En sus orígenes, equipaba un propulsor bóxer que otorgaba una potencia de 50 CV y facilitaba alcanzar una velocidad máxima de 167 km/h. Y estéticamente enganchaba a primera vista gracias a un diseño fruto de la colaboración entre BMW y la marca italiana Laverda.

10. Honda Transalp (1986)

Fuente: Sergey – stock.adobe.com

Cuando se hace referencia a las motos de campo que ha desarrollado Honda, la Africa Twin es el primer modelo en el que se suele pensar. Pero antes de tan emblemática motocicleta, la firma japonesa presentó la Transalp, una crossover atractiva, suave y cómoda con capacidades off road.

En su primera generación, la Transalp montaba un propulsor V-Twin de 583 cc. Y la última (2008) recurría a un motor cuya cilindrada era de 680 cc. Tres lustros después, tan legendaria montura ha regresado a la gama del fabricante asiático. Y podrá ser disfrutada por los titulares del carnet A y del carnet A2.

Ventajas de las motos clásicas de campo

Y hasta aquí nuestro repaso a algunas de las motos clásicas de campo más valoradas por los aficionados. Si aún no estás familiarizado con este tipo de motocicletas, deberías conocer los beneficios que aporta:

  • En primer lugar, practicar off road tiene muchas ventajas: desde mejorar la condición física hasta adquirir mayores habilidades que serán de ayuda para conducir más seguros en asfalto.
  • Además, con las motos de campo se está en contacto con la naturaleza. ¡Pero esta última hay que respetarla! Por ello, es importante familiarizarse con la normativa y poner en práctica unos consejos para salidas off road por la montaña.
  • Y en función del municipio, las motos clásicas o históricas de campo que estén matriculadas pueden beneficiarse de un descuento o quedar exentas del impuesto de circulación.

Por último, está claro: ¡quién tiene una moto clásica, tiene un tesoro! Una auténtica joya del motor que debe cuidar con mimo para disfrutarla durante mucho tiempo.

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